Julio, era un niño, al que Santa Claus, había decepcionado enormemente por no traerle todo lo que le había pedido las pasadas navidades. Dispuesto a ponerle remedio, le envió una carta, pidiéndole explicaciones por la falta de regalos.
Tal era su disgusto, que el propio Santa Claus, decidió ir a verle y preguntarle de primera mano, el porqué de su enfado y sobretodo, para que quería tantos juguetes,
si era un niño muy sociable, al que no le faltaban los amigos.
Decidieron hacer un trato, él le daría todos los juguetes que quisiera, a cambio de todos sus amigos.
Algo que Julio, aceptó de buen grado.

La Navidad, llegó y Julio, tuvo todos los juguetes que quería para él solo. Aunque al principio, todo era muy divertido, al salir a la calle, nadie quería jugar con él.
Al principio no era algo que le preocupara, pero cuando pasó el tiempo y todos esos juguetes se hicieron aburridos, se dio cuenta de lo mucho que echaba en falta a sus amigos.

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