A lo largo de la historia se han desarrollado diferentes estrategias para detectar mentiras: monitorear la frecuencia cardíaca, analizar las tensiones de la voz o vigilar los cambios en la respiración.
Sin embargo, estos métodos no son fáciles de aplicar cuando se trata de descubrir las falacias de algún conocido. Podemos confiar en lo que las ciencias de la comunicación nos dicen al respecto: "A nivel psicológico, en parte mentimos porque queremos dar una mejor imagen de nosotros mismos. Nos conectamos con la fantasía de ser quien queremos ser más que con quien somos en realidad". Al parecer, hay una diferencia entre la forma en que contamos experiencias imaginadas y cuando transmitimos sucesos reales. En el primer caso, dejamos entrever señales que pueden alertar a nuestro interlocutor. ¿Cuáles son esas señales?:
1- Las personas que mienten hablan menos de sí mismos, y más de los demás.
2- Tienden a ser más negativos, ya que en un nivel subconsciente, se sienten culpables por la mentira.
3- Suelen explicar los acontecimientos usando términos simples. Esto sucede porque al cerebro le cuesta construir mentiras complejas.
4- A pesar de lo simples que son sus descripciones, los mentirosos usan oraciones de estructura complicada, agregan palabras sin necesidad y detallan hechos irrelevantes. Todo esto con el fin de adornar sus mentiras.
Poder reconocer estos signos puede ayudarte a evitar tomar malas decisiones, como por ejemplo, invertir demasiado tiempo en una relación peligrosa. La honestidad es la mejor política. Sé sincero en tus relaciones (ya sean laborales o personales). Será mucho menos estresante.
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