Llegó el 25 de mayo y hoy muchas mesas argentinas se vistieron del tradicional asado, las empanadas criollas, el locro, la humita, el puchero, la carbonada, los pastelitos de membrillo, los alfajorcitos de maicena y de turrón, las tortas fritas, alimentos acompañados con vino y, en el caso de los dulces, con mate. También es infaltable en algunas casas el chocolate con churros.
Muchas de
estas costumbres nos llegan desde los primeros años de la conformación
del Virreinato del Río de la Plata cuando se fusionaron las tradiciones
indígenas con las costumbres españolas, dando lugar a las elaboraciones
criollas.
Para la masa de una de las tantas variedades de empanadas criollas,
formar una corona con 1/2 kg. de harina mezclada con 1 cucharadita de
sal. En el centro agregar 1 cucharada de manteca blanda y 150 gr. de
grasa de vaca o cerdo, también blanda y 1 huevo. Ir trabajando con
cuchara de madera mientras se van incorporando los ingredientes. A
medida que se va haciendo la masa, agregar 200 cc. de agua fría. Dejar
descansar la masa durante unos 20 minutos apróximadamente. Luego
utilizar, cortando los discos de unos 10 cm de diámetro para luego
rellenarlos con la siguiente preparación:
Picar finamente 350 gr. de cebolla y 350
gr. de cebolla de verdeo. Rehogar en 2 cucharadas de grasa, margarina o
aceite. Agregar 500 gr. de carne picada (las recetas originales llevan
carne picada a cuchillo) y 100 cc. de agua. Condimentar con sal,
pimienta, pimentón y pizca de comino. Si se desean picantes, agregarles
ají molido. Cuando la carne toma un color pálido retirar el relleno del
fuego y cuando éste entibie, agregarle 4 huevos duros picados y si se
desea, 100 grs. de pasas de uva negras.
Rellenar los discos de masa y agregar a cada uno media aceituna verde. Armar las empanadas, pincelarlas con huevo y hornear.
Otra de las recetas tradicionales es el característico locro, ideal para los días fríos.
Existen variantes en las recetas de locro
pero lo que no debe faltar jamás son sus ingrediente esenciales: el maíz
blanco pisado y el zapallo o la calabaza.
Para hacer un locro
sabroso, remojar 1 kg. de maiz blanco pisado durante toda una noche en
agua fría. Al otro día poner a hervir en media olla con agua el maíz y
los porotos. Luego de una hora apróximadamante agregar 1 y 1/2 kg. de
falda vacuna, 1/3 kg. de pechito de cerdo en trozos, 300 g. de panceta
salada en cubitos y 1/4 kg. de cuerito de cerdo. Salar y pimentar a
gusto.
Posteriormente agregarle 2 kg. de zapallo Anko en cubos y uno o dos chorizos colorados en rodajas. Condimentar con pimentón.
Terminar de cocinar el locro. Debe quedar un guiso bien espeso.
Aparte
preparar una salsa picante rehogando en aceite 1 kg. cebolla de verdeo
en fina juliana y 2 dientes de ajo. Condimentarla con ají molido, 1 ají
picante bien picado, sal y pimienta a gusto.
Servir el locro en cazuelas individuales y acompañarlo con la salsa picante.
Algunas recetas varían la forma de preparación y otras incorporan mondongo y chorizos blancos.
Otra de las preparaciones típicas es la humita
que en el norte argentino se sirve envuelta en la misma hoja del maíz,
denominándose humita en chala. Una forma más sencilla y actual de
prepararla es sirviéndola dentro de calabazas o zapallos pequeños.
Otra de las preparaciones típicas es la humita
que en el norte argentino se sirve envuelta en la misma hoja del maíz,
denominándose humita en chala. Una forma más sencilla y actual de
prepararla es sirviéndola dentro de calabazas o zapallos pequeños.
Para
12 pastelitos. 1/2 kg. de harina común, 2 cucharaditas de polvo para
hornear, una cucharadita de sal fina, 150 g. de margarina, una taza de
agua, grasa de buena calidad para freír.
Preparación:
Poner la harina, el polvo para hornear y la sal, todo tamizado sobre la mesa formando una corona. En el centro colocar 100g de margarina blanda y el agua; con los dedos ir tomando la masa primero mezclando los ingredientes del centro y luego, poco a poco, agregar la harina. Trabajarla con las manos hasta que quede lisa y se despegue fácilmente de la mesa. Estirar con el palo de amasar, espolvoreando la mesa con harina y doblar la masa en tres partes. Volver a estirarla, untar con el resto de margarina, espolvorear con harina y doblar. Repetir esta operación 4 o 5 veces más; finalmente estirarla mas gruesa y cortar cuadrados de 8 cm de lado. Colocar en el centro de la mitad de los cuadrados un dado de dulce de membrillo, humedecer los bordes de la masa con agua, cubrir con los cuadrados restantes sin que coincidan las puntas y presionar formando el pastelito. Freír con grasa caliente y bañándolos permanentemente con una cuchara para que se abran las hojuelas. Retirar con espumadera, escurrirlos y sumergirlos en el almíbar caliente. Escurrir sobre una rejilla para repostería. Espolvorear con las grageas de colores.
Poner la harina, el polvo para hornear y la sal, todo tamizado sobre la mesa formando una corona. En el centro colocar 100g de margarina blanda y el agua; con los dedos ir tomando la masa primero mezclando los ingredientes del centro y luego, poco a poco, agregar la harina. Trabajarla con las manos hasta que quede lisa y se despegue fácilmente de la mesa. Estirar con el palo de amasar, espolvoreando la mesa con harina y doblar la masa en tres partes. Volver a estirarla, untar con el resto de margarina, espolvorear con harina y doblar. Repetir esta operación 4 o 5 veces más; finalmente estirarla mas gruesa y cortar cuadrados de 8 cm de lado. Colocar en el centro de la mitad de los cuadrados un dado de dulce de membrillo, humedecer los bordes de la masa con agua, cubrir con los cuadrados restantes sin que coincidan las puntas y presionar formando el pastelito. Freír con grasa caliente y bañándolos permanentemente con una cuchara para que se abran las hojuelas. Retirar con espumadera, escurrirlos y sumergirlos en el almíbar caliente. Escurrir sobre una rejilla para repostería. Espolvorear con las grageas de colores.
Necesitaremos:
- 1 taza mediana de harina leudante
- 1/2 kilo de harina común
- 1/4 taza mediana de aceite
- Agua tibia para mezclar
- 1 cucharadita de sal
- 1 cucharada de azúcar
- Grasa bovina para freír o aceite
Terminado este paso, dejemos reposar hasta que la masa aumente su volumen al menos media hora. Transcurrido ese tiempo, tomamos la masa, la estiramos y cortamos en círculos del tamaño que prefiramos para las tortas fritas. Podemos usar como medida la base de un plato para té o pequeño.
Finalmente, freímos los discos de masa en la grasa vacuna que debe estar previamente derretida. En caso de que prefiramos usar aceite, debemos asegurarnos de que esté bien caliente.
Cuando la masa tomé un color amarillo de ambos lados, secamos y escurrimos. Si preferimos que las tortas fritas estén dulces, debemos pasarlas por azúcar.
Lo mejor es comerlas calientes porque tienen mejor sabor. ¡Con mate, la familia y estas ricas tortas fritas, no hay excusa para no celebrar el 25 de Mayo!
Y VIVA LA PATRIA!
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